Ya era mas bien prohibido escribir. Por que no soy yo, porque no es bonito cuando lo hago y porque si lo hacía era símbolo de que de nuevo algo estaba mal y por eso no escribí, por que nada estaba mal.
Con él, con el frío, con su idioma y en su país. No podía pedirle mas a la vida y descubrí que sólo a él y a mí lo que vivimos es interesante y no me canso de recordarlo, y nadie se emociona tanto como yo y al contrario y volver y contrastar todo, y allá extrañaba esto... y nada tiene sentido mas que justo. Ahora lo necesito mas que a nadie en el mundo, abrazarlo y poder sentir sus labios. Porque para el no soy tonta, para él yo soy la mejor y el mejor entre los dos es él. Y estoy aquí, con otra flecha al árbol porque no lo quiero despertar, porque ahora si me siento mal tengo con quien correr, y me escucha y echamos madres juntos y funcionamos y me hace feliz. Cada día desde que lo conocí, puedo tener una sonrisa en la cara, por él. Y me ama de verdad, me ama como nunca nadie. No hay imposible, no hay límite, no se piensa en el futuro pero soñamos despiertos . No hay pinche distancia, no hay pinches horarios. No hay nada mas que esto que esta adentro.
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