lunes, 10 de enero de 2011

The Keeper

Encontré un borrador viejo... como de hace siete años. No hay mal que dure cien años. Ahora que lo vuelvo a leer prefiero sacarlo por que esta muy cagado.




Parece que fue ayer cuando me esguince el pie por primera vez, ahí sola en la pista de hielo mientras tiraba la baba al ver a ese patinador profesional, un pedazo de hielo se me cruzo, y suelo.
Nadie me ayudo, ahí me quede sin poderme levantar, hasta que un alma caritativa, que mas bien era un encargado de la pista me pregunto si estaba bien, y la respuesta estaba obvia ante sus ojos, estaba tirada en el hielo con el pie inmóvil. Me saco, me llevo al paramédico y se fue, al menos me levanto, al patinador mi caída no le había hecho ninguna diferencia. Mi madre estaba de compras y se ofendió cuando la interrumpí, llego pasada una hora, el medico me había echado de ese spray blanco que le ponen a los futbolistas, y me hizo sentir la patinadora mas torpe que hay. Pero caer es lo mío. En el hospital me pusieron la férula y me tuvieron que comprar muletas. La escuela sería horrible al otro día, estaba peleada con esa persona que te hace sentir un no se que, que qué sé yo. Pero me llamó, cuando estaba en el hospital y se preocupó, y eso me gustaba, era una sensación agradable el saber que mi mal era para alguien algo malo. En la escuela estaba totalmente decidida a no hablarle, de verdad estaba enojada, había hecho el oso de mi vida en esa semana, y apenas era jueves, fue lo mas horrible, yo le lleve un medicamento que le pedí a mi mama que era su pediatra no oficial, pero nuestros recesos eran a diferentes, así que me apresuré a terminar mi apunte de economía y me colé del salón. No estaba en las canchas de futbol, no estaba en el césped comiendo, tal vez en la cafetería. Uno de sus amigos estaba afuera, le hice un gesto con la cabeza y lo ignoro por que al verme la sorpresa solo lo hizo retroceder dentro de la cafetería. ¿Por qué lo hacía? Para sorpresa la mía cuando entre, ahí estaba con un brazo reposando sobre la silla de esa niñita loca que andaba tras de el, y brillante mi impulso, gritarle que Luis me pertenecía, que respetara o se las vería conmigo, ella no sabía ni donde meterse. Hasta que se le ocurrió sacarme a la fuerza, y en medio del patio le pegue tremendo bofetón, ¿el también se estaba burlando de mi? Por eso esa noche desee con todas mis fuerzas que algo malo me pasara, sin que le pasara a mi familia, o a alguien mas, solo a mí y que no fuera tan grave. Y deseo concedido, ya se que suena increíble pero de verdad funciono.

Hace ya dos años que eso paso, hoy ese pie se me contracturó y dice mi mamá que por falta de calcio y por el frío. Estaba sentada platicando por Messenger, me pidió (mas bien me grito) para que apagara ya mi laptop y eso hice, y al levantarme un agudo dolor me punzo en el pie, me dio risa que se transformo en lagrimas de dolor, me dirigieron a mi cuarto, que como de costumbre parecía basurero municipal, y claro, como nunca entran, hoy que lo hicieron se pusieron a gritar histéricamente, y yo y un hoyo en mi pie, después de meterlo en agua caliente, haberme puesto cataflam, y calcetas, me dejaron para sufrir sola. Y entro una llamada, de 57 segundos. La llamada de esa persona que me hacia sentir ese no se que qué sé yo, preguntando como estaba. Me escucho y se preocupo y entonces… se cortó.


No tengo crédito, pero le llamaría. Aunque las circunstancias ahora son muy distintas, su pareja es una loca, y yo se supone que no quiero a nadie mas en mi vida.

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Me callo por que es mas cómodo engañarse.